23 junio 2011

La hoguera de San Juan

Quemar todo.
Quemar todo lo que sobra.
Quemar todo lo que sobra y rejuvenecer al instante.

Si pudiera realizar un ritual mágico la noche de San Juan, si fuera posible participar en una fiesta íntima y fantasmagórica bajo las estrellas, justamente hoy, en la noche más corta del año, yo elegiría para mí el siguiente ritual:
Cogería un puñado de astillas de fina madera y las iría lanzando lentamente a la hoguera que crepita ante mí. Cada una llevaría aferrada uno de aquellos pensamientos que me oprimen el pecho de vez en cuando, y en ese acto sencillo, los haría dormir para siempre.
Luego, gritaría las palabras que me callo en tantas circunstancias, para que se desvanecieran entre la humareda que, a ráfagas de viento, se iría elevando hacia el cielo negro y compacto.
Finalmente, escribiría en unos papelitos cuadrados todos los errores que recuerdo que no quiero volver a repetir. Al arrojarlos al fuego, avivarían por segundos las llamas, para arrugarse y fundirse con todos los matices embriagadores del rojo.
De repente me sentiría mucho más ágil, menos pesada, así que sería muy sencillo despojarme de cada uno de mis miedos y prejuicios y acercarme con pasos ligeros a la orilla del mar. Las olas me harían cosquillas en los pies y la luz de la luna reflejada en el agua crearía pequeños destellos. Avanzaría poco a poco hasta hundirme en el mar salado de la tranquilidad, y al sacar de nuevo la cabeza del agua, todo sería, por arte de magia, más facil...

Splaaaassssssh...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Laisi bordaría mentre crepita el foc i llences coses?

Feliç Revetlla.

Cris dijo...

La laisi bordaria,clar,perque voldria que juguessis amb ella enlloc de fer tantes tonteries...