16 septiembre 2011

La ciudad de los prodigios

Mi jefe siempre nos repite la misma frase:“Use the difficulty”. La tiene tan integrada en su esencia, que incluso nos regaló a todos por navidad el libro de Tom Sawyer señalando el capítulo que debíamos leer para entenderlo. Pienso que quizás esa contradicción que para él dirige su vida es como la mía de adorar en el fondo los detalles más diminutos, las vivencias cotidianas, lo más sencillo, por supuesto, como la verdadera sal de la vida.
La primera vez que vine a NY por trabajo fue acompañada, aún con el viejo chip del turista, con la necesidad de hacer fotos de los edificios y todo eso. En ese momento, la ciudad me pareció una tomadura de pelo, una exageración ciertamente, toda ella construida con cartón piedra y llena de remiendos, con andamios molestando el paso bajo gigantescos bloques de oficinas…Sin embargo hoy, que he vuelto sin ninguna expectativa, con la simple compañía de una maleta roja, se me ha mostrado de una forma diferente e irremediablemente, me he enamorado de ella.
Igual que a todas las chicas, reconozco que me he dejado seducir por un espejismo de una realidad inexistente, quizás de un deseo, de un instante tomado al azar, o quizás ha sido su extravagante manera de ser la que me ha arrastrado irremediablemente a sus brazos…
He descubierto sin pretenderlo porqué esta ciudad engancha a tantos a pesar de todas sus contradicciones tan evidentes: desde su basura vestida en grandes bolsas negras ante escaparates que son lo último en creatividad, hasta sus amplísimas avenidas ordenadas  en las que saltan atrotinados taxis amarillos y camiones de gran tonelaje, pasando por sus hoteles de medio pelo con precios abusivos… Y es que a  pesar de su soberbia y de su falsedad, esta es una ciudad de los prodigios, un lugar en donde la magia de un instante te envuelve cada día.
Para ser el protagonista de este cuento, solo tienes que hacer una cosa, just give them a second and smile…
Si sonríes, puedes cruzarte por la calle con un desconocido y que te diga good morning con sinceridad, y si sigues sonriendo un taxista egipcio te preguntará si las españolas son tan guapas como tú y el siguiente, que es nepalí, se reirá contigo cuando le propongas viajar en una máquina del tiempo para visitar inmediatamente su ciudad y la tuya.
Si sonríes y hablas abiertamente, un camarero colombiano que tiene buen ojo te contará en español que después de 3 años, él también sigue sin entender porqué la propina es obligatoria, y si sigues hablando con transparencia, en una encantadora pastelería te perdonarán con un gesto benevolente que les pagues la suya…
Si sonríes y te relajas, verás como en un restaurante de moda, un señor rico y achispado baila un agarrao con su novia entre las mesas, mientras su amigo le roba sin clemencia la comida del plato, ya que quién se fue a Sevilla perdió su silla…o su comida (y más si en el viaje va acompañado), y cuando vuelvas del baño, ese mismo señor gordo de tanto comer te reconocerá y te dirá con palabras ininteligibles, que su amigo está loquito de atar…
Si sonríes y hablas de más, probablemente estés a punto de perder tu asiento en la fila de emergencia, pero al momento, la misma azafata negra y oronda te dirá I love Barcelona y tengo previsto el viaje de mi vida el próximo octubre…¿tu sabes algún hotelín para pasar la noche en Barcelona?. Te olvidarás de ella al momento, te irás al baño a cambiarte el traje por algo cómodo para el viaje de vuelta y después de una hora, te cruzarás con una azafata negra y oronda que te reconocerá y te dedicará un guiño…Wow!
Si sonríes y les miras con bondad, así sin más, directamente a los ojos, verás que alguno te devuelve la mirada, porque también está solo en este viaje y sabe reconocerte, y porque en realidad hay pocos neoyorquinos de verdad. Esto es un gran melting pot de razas, costumbres y actitudes, un hervidero de prodigios esperando el momento oportuno para sorprenderte y hacerte cambiar de opinión sobre la city.
Ciertamente, NY me ha tendido una sutil trampa y me he quedado enganchada. Fully in love. Me estoy yendo y ya solo pienso en cuando volver…


PS. Aquí te pueden pasar muchas cosas, y no necesariamente malas :-)

1 comentario:

Guillermo HP dijo...

No és la segona vegada que vas a NY. Que amb mi vas ser-hi fa més temps i mira com a evolucionat "la noticia de NY"...en un relax total a Lombok.