Siempre me ha parecido curioso que la biografía de muchos personajes famosos se simplificara así:
1955 - Nace el 24 de febrero. Es adoptado por Paul y Clara Jobs.
1972 - Empieza los estudios universitarios en el Reed College. Abandona después del primer semestre, aunque sigue atendiendo algunas clases durante un año y medio. (…)
1972 - Empieza los estudios universitarios en el Reed College. Abandona después del primer semestre, aunque sigue atendiendo algunas clases durante un año y medio. (…)
Sin embargo, no puedo evitar dejarme llevar por la levedad de una simple línea – logro, y así, releo con facilidad las 10 ó 15 líneas del artista o famoso y creo saber un poquito más sobre éste…Pero esto es demasiado sencillo, ¿no os parece?
En este momento de mi vida, en el que reflexiono sobre el pa’lante o pa’trás, ahora que acabo de cumplir un número cuadrado que no redondo, he tratado de escribir 10 líneas de autobiografía, pero como no soy ni famosa ni tengo logros espectaculares, he preferido inventarme algo relativamente distinto. Así, me he concentrado unos minutos y tirando del hilo, he recordado unas cuantos momentos inolvidables de mi vida, los que supongo que acabaré contando en mi camita de anciana cuando ya no atine más que a los asuntos esenciales….
1971 - Nazco a unos cincuenta metros del mar, y el aire salado envuelve la estancia al abrir un momento las ventanas de la habitación. Casi es la hora de comer, pero la familia parece haberse olvidado….todos guardan la respiración. ¡Es una niña!
1976 - El chupete está medio escondido a un lado de la mesa, porque no quiero relegarlo del todo, aunque ya me avergüenza un poco. Hoy vuelve a tocar verdura y los niños perdemos la sonrisa al ver el plato. De repente, las patatas hervidas se convierten, por el arte de magia del tenedor de mi abuela, en carreteras sinuosas de curvas o en campos cuadriculados sobre los que escribir las iniciales de mi nombre… ¡La creatividad en la mesa siempre fue imprescindible!
1980 - Vuelve a llegar la navidad a casa. El 24 nos juntamos con todos los primos para cantar a oscuras, golpear con palos unos viejos esquís atados con cuerdas e implorar a gritos que “cagui el tió si no et dono un cop de bastó”. Y tras ese ritual, del techo llueven caramelos de colores, chocolates y golosinas que luego se repartirán equitativamente. Y al mediodía siguiente, una mesa enorme, blanca y bordada con motivos navideños, trabajo en equipo de mis padres en el inicio de su convivencia, nos reúne a toda la familia en armonía, algo que el desgaste del tiempo borró con los años para siempre y los convirtió en un recuerdo único.
1982 - Llega ella a nuestro hogar, un precioso ovillo marrón canela que se convertirá en nuestra hermana adoptiva y será motivo de juegos y risas y parte de nuestras vidas. La receta para su bienvenida es sencilla: arroz hervido con trocitos de pechuga, pero ella es una princesa y después de olfatear el manjar, lo rehúsa con desdén.
1986 - Hoy es mi primera cita en serio, y no sé qué ponerme. Nos pedimos de cenar un sándwich a las ocho de la tarde en el bar de un centro deportivo. El ambiente huele a verano cerca del mar. “¡Prueba la especialidad de la casa!”. Delante de mí, un enorme rascacielos con base de lechuga untada en mayonesa, ladrillos de tomate bien rojo con cemento de bacón y coronado en el techo un hermoso huevo frito…”No tengo hambre…”.Estoy nerviosa, no quiero destrozar el edificio y mancharme los labios con sus ojos delante.
1994 - Acabo de llegar a casa, por fin he conseguido mi primer trabajo después de la universidad. Estoy pletórica. Como siempre, lo primero que hago es ir a ver a mis abuelos, y traspaso el patio y abro la puerta que rechina y me cuelo en la cocina naranja y blanca donde mi abuelo me enseña como pelar correctamente el apio para la ensalada. Es la última vez que lo veo con vida y el recuerdo del apio en sus manos morenas y fuertes surcadas de venas queda atado para siempre.
2000 - El trabajo y el estrés no me dejan venir a casa de mis padres demasiado a menudo. Pero cuando lo hago, ya en el centro de la mesa tengo una ensalada preparada especialmente por mi padre. Sabe que me gusta tanto que compra por la mañana todos los ingredientes posibles: las hojas centrales de la lechuga, los mejores tomates, el apio y las zanahorias cortadas bien pequeñitos, atún y anchoas, si hay, unas cuantas olivas rellenas y finalmente el rojo rubí de los rábanos… ¡después de esto ya no tendré más hambre!
2005 – A un lado el océano inmenso y en el resto del horizonte, solo arena con tonalidades doradas, rosadas y azules a medida que pasan los minutos. Una mesa pleglable, dos sillas, una copita de vino blanco, hortalizas y huevos comprados en la medina de un pueblo perdido de Africa listos para degustar. Momentos mágicos de vacaciones singulares.
2008 - Cenas con pizzas y mojito o mejor con mojitos y pizza, aderezados con conversación sobre el trabajo, el repaso a los últimos acontecimientos de los amigos, la planificación de próximos eventos, el sueño de ideales aventuras, sobre todo después de repetir: ”¡otro mojito!” …
2011 - Comida en el bar del pueblo grande o ciudad pequeña en soledad, simplemente acompañada de mis teléfonos móviles, dejando pasar los minutos para no volver tan rápido al despacho y a los problemas por resolver…y de repente, ante un trinxat de la Cerdanya colocado ante mis ojos, me descubro jugando con el tenedor y ,de repente, aparece una carretera por arte de magia que me transporta de nuevo a mi biográfía más esencial: mi infancia, mis recuerdos...una vida sencilla repleta de sueños y amigos. De amor, siempre.