20 marzo 2011

Biografía Esencial

Siempre me ha parecido curioso que la biografía de muchos personajes famosos se simplificara así:
1955 - Nace el 24 de febrero. Es adoptado por Paul y Clara Jobs.
1972 - Empieza los estudios universitarios en el Reed College. Abandona después del primer semestre, aunque sigue atendiendo algunas clases durante un año y medio.  (…)
Sin embargo, no puedo evitar dejarme llevar por la levedad de una simple línea – logro, y así, releo con facilidad las 10 ó 15 líneas del artista o famoso y creo saber un poquito más sobre éste…Pero esto es demasiado sencillo, ¿no os parece?
En este momento de mi vida, en el que reflexiono sobre el pa’lante o pa’trás, ahora que acabo de cumplir un número cuadrado que no redondo, he tratado de escribir 10 líneas de autobiografía, pero como no soy ni famosa ni tengo logros espectaculares, he preferido inventarme algo relativamente distinto. Así, me he concentrado unos minutos y tirando del hilo, he recordado unas cuantos momentos inolvidables de mi vida, los que supongo que acabaré contando en mi camita de anciana cuando ya no atine más que a los asuntos esenciales….
1971 - Nazco a unos cincuenta metros del mar, y el aire salado envuelve la estancia al abrir un momento las ventanas de la habitación. Casi es la hora de comer, pero la familia parece haberse olvidado….todos guardan la respiración. ¡Es una niña!
1976 - El chupete está medio escondido a un lado de la mesa, porque no quiero relegarlo del todo, aunque ya me avergüenza un poco. Hoy vuelve a tocar verdura y los niños perdemos la sonrisa al ver el plato. De repente, las patatas hervidas se convierten, por el arte de magia del tenedor de mi abuela, en carreteras sinuosas de curvas o en campos cuadriculados sobre los que escribir las iniciales de mi nombre… ¡La creatividad en la mesa siempre fue imprescindible!
1980 - Vuelve a llegar la navidad a casa. El 24 nos juntamos con todos los primos para cantar a oscuras, golpear con palos unos viejos esquís atados con cuerdas e implorar a gritos que “cagui el tió si no et dono un cop de bastó”. Y tras ese ritual, del techo llueven caramelos de colores, chocolates y golosinas que luego se repartirán equitativamente. Y al mediodía siguiente, una mesa enorme, blanca y bordada con motivos navideños, trabajo en equipo de mis padres en el inicio de su convivencia, nos reúne a toda la familia en armonía, algo que el desgaste del tiempo borró con los años para siempre y los convirtió en un recuerdo único.
1982 - Llega ella a nuestro hogar, un precioso ovillo marrón canela que se convertirá en nuestra hermana adoptiva y será motivo de juegos y risas y parte de nuestras vidas. La receta para su bienvenida es sencilla: arroz hervido con trocitos de pechuga, pero ella es una princesa y después de olfatear el manjar, lo rehúsa con desdén.
1986 - Hoy es mi primera cita en serio, y no sé qué ponerme. Nos pedimos de cenar un sándwich a las ocho de la tarde en el bar de un centro deportivo. El ambiente huele a verano cerca del mar. “¡Prueba la especialidad de la casa!”. Delante de mí, un enorme rascacielos con base de lechuga untada en mayonesa, ladrillos de tomate bien rojo con cemento de bacón y coronado en el techo un hermoso huevo frito…”No tengo hambre…”.Estoy nerviosa, no quiero destrozar el edificio y mancharme los labios con sus ojos delante.
1994 - Acabo de llegar a casa, por fin he conseguido mi primer trabajo después de la universidad. Estoy pletórica. Como siempre, lo primero que hago es ir a ver a mis abuelos, y traspaso el patio y abro la puerta que rechina y me cuelo en la cocina naranja y blanca donde mi abuelo me enseña como pelar correctamente el apio para la ensalada. Es la última vez que lo veo con vida y el recuerdo del apio en sus manos morenas y fuertes surcadas de venas queda atado para siempre.
2000 - El trabajo y el estrés no me dejan venir a casa de mis padres demasiado a menudo. Pero cuando lo hago, ya en el centro de la mesa tengo una ensalada preparada especialmente por mi padre. Sabe que me gusta tanto que compra por la mañana todos los ingredientes posibles: las hojas centrales de la lechuga, los mejores tomates, el apio y las zanahorias cortadas bien pequeñitos, atún y anchoas, si hay, unas cuantas olivas rellenas y finalmente el rojo rubí de los rábanos… ¡después de esto ya no tendré más hambre!
2005 – A un lado el océano inmenso y en el resto del horizonte, solo arena con tonalidades doradas, rosadas y azules a medida que pasan los minutos. Una mesa pleglable, dos sillas, una copita de vino blanco, hortalizas y huevos comprados en la medina de un pueblo perdido de Africa listos para degustar. Momentos mágicos de vacaciones singulares.
2008 - Cenas con pizzas y mojito o mejor con mojitos y pizza, aderezados con conversación sobre el trabajo, el repaso a los últimos acontecimientos de los amigos, la planificación de próximos eventos, el sueño de ideales aventuras, sobre todo después de repetir: ”¡otro mojito!”  
2011 - Comida en el bar del pueblo grande o ciudad pequeña en soledad, simplemente acompañada de mis teléfonos móviles, dejando pasar los minutos para no volver tan rápido al despacho y a los problemas por resolver…y de repente, ante un trinxat de la Cerdanya colocado ante mis ojos, me descubro jugando con el tenedor y ,de repente, aparece una carretera por arte de magia que me transporta de nuevo a mi biográfía más esencial: mi infancia, mis recuerdos...una vida sencilla repleta de sueños y amigos. De amor, siempre.





12 marzo 2011

Darrera una gran dona...

Avui és un d’aquells dies en que m’he aixecat nerviosa, intranquil.la, sense causa aparent. De sobte me n’he adonat del perquè i és que avui és el teu compleanys i jo encara no tinc el teu regal.
Ni t’ho imagines que tindràs aquest escrit ni que avui serà el teu dia: ara deus estar esquiant amb tota la familia, aliè al que t’espera: probablement a les muntanyes estarà brillant un sol que aquí avui se'ns ha perdut aigualit de tanta pluja.
Tu encara no ho saps, però aquesta nit tindràs una festa sorpresa per celebrar els quaranta anys.
Els teus amics s’amagaran en silenci darrera les cortines d’un hotel aprop de casa teva i quan arribis del bracet de la teva dona per celebrar el teu aniversari amb espelmes i un xic d’intimitat, de la foscor aniran sortint els caparrons dels uns i dels altres i tu, sorprés i atabalat, no atinaràs a veure’ls a tots…et passaràs la següent mitja hora per reconéixe’ls a tots, per abraçar els que fa més temps que no veus, per agrair-los a tots i cadascún que hagin vingut fins aquí per a compartir aquest moment. Mentres tant, la Lara t’observarà  d’aprop amb la mirada feliç com un follet del bosc que ha finalitzat la seva entremaliadura.

Jo crec que anirà així, però en realitat és com a mi m'agradaria que fos. A més, tot això succeirà aquesta nit i de fet jo no et conec tant com per acertar la teva reacció. Aquest és potser el preu de ser la parella d’una gran dona, acceptar que els demés et vegin com si estiguessis un passet al darrera seu, escollint donar-li tot el protagonisme a ella.
Per això jo avui et vull dedicar aquestes paraules a tu, perquè te les mereixes, per agrair-te que haguem compartir durants tants anys bons moments entre els amics de tota la vida, perquè ens agrada com ets, perquè t’estimem, en definitiva.
Per mi ets el grandullón del grup, un home íntegre i sincer. Ets la torre del bàsquet i l'expert dels molins de vent, un amic que li agrada el bon menjar i aprecia la nostra companyia. Ets de les persones que sempre ens alegrem de veure.
Per mi ets el complement de la Lara, el que la recolza cada cop que no sap qué decidir, (qué deu ser tan sovint!), el que la mima quan necessita sentir-se segura, el que la segueix en els seus projectes, deixant-li escollir el destí de vacances o inclús acceptant el tipus d’activitat que fareu el proper diumenge.
Per mi ets el pare ideal, entregat, atent a cada moviment dels petits que ja no ho són tant, el que després de massa estona fent gresca, els diu que ja prou amb un gest subtil però ferm, que ells reconeixen perfectament.
Per mi ets l’amic de poques paraules però de gran naturalitat, el que sempre hi és, el que no tens cap dubte que si el necessites, allà hi serà.
Però tot això jo mai t’ho he dit, i no per no haver tingut el temps, potser sí l’oportunitat, probablement perquè ser el company d’una gran dona té un preu i és aquest.
Però avui el preu s’ha convertit en un premi o per això allà estarem per donar-te una forta abraçada.

Felicitats Ignasi.

05 marzo 2011

I like

Me ha tocado o quizás tengo la suerte de vivir en una época en el que las noticias, sean del calibre que sean,  se extienden como una mancha de aceite a través de un mar virtual, en un momento en el que en lugar de mirar hacia lo que nos ofrece el día, nos dejamos los ojos en una pequeña pantalla y, para matar el tiempo, nos asomamos al balcón de internet para ver cómo dicen que viven los demás.
Desde aquí no se nos oye la voz, lo único que alerta a los amigos de nuestra presencia es que seleccionamos un “me gusta” o escribimos un comentario de dos líneas. Suena a poco, pero en el reinado de la inmediatez esto es un mínimo y un máximo para muchos de nosotros. Quizás sea conformarse o quizás sea un regalo, depende...
Durante toda mi vida, he procurado “gustar” a los demás, escuchándoles, adaptándome a ellos, interesándome por lo que les preocupaba. Mientras lo intentaba, trataba de ocultar lo que consideraba más mediocre en mí, lo que no coincidía con ellos o lo que podría ser una considerado una debilidad…  ¿Cómo deben construirse las amistades ahora que todo parece tan…superficial?
Es curioso, ahora que definitivamente ya no pretendo gustar a los demás, me paso el día diciendo “me gusta” en la red. Así que creo que ha llegado el momento de enumerar lo que de verdad a mí me gusta. A los que he ido engañando durante tantos años, mis más sinceras disculpas.
Me gusta leer una buena novela a la sombra del verano, de aquellas que te transportan, que disfrutas intensamente, pero muchas veces dejo sin terminar aquellas obras que no entiendo y reconozco que durante los días de trabajo, soy incapaz de abrir una sola página.
Me gustan las  carreteras estrechas, llenas de curvas, a cuya derecha se respira el mar y hacia el otro se pierde la montaña, conduciendo sin prisa mientras tarareo la música que suena, y curiosamente no he sido ni seré una buena conductora: aborrezco la tensión y la obligación de llegar a algún sitio a una hora.
Me gustan los paisajes serenos y solitarios, el campo verde y las pequeñas flores amarillas que nacen en primavera, pero no sé por qué mis escritos están repletos de personas, de miradas tristes, de voces de niños. Mis historias huelen a barrio industrial con el repiqueteo de la vida latiendo en sus calles.
Me gusta ver a los jóvenes de melena al viento saltando con sus monopatines, les envidio sus pantalones bajos y su despreocupación, pero me emociona la imagen de un abuelo con su nieto mirando con atención las obras que cambian la cuidad.
Me gustan los viajes exóticos, fotografiar paraísos perdidos, averiguar su historia, adentrarme en sus mercados y percibir su esencia, y sin embargo me muero por volver a casa, aspirar el olor a asfalto y comer mi plato favorito.
Me gusta estar con la gente que me quiere, pasar las horas divagando entre temas, remover de nuevo los buenos momentos, pero muchas veces los siento lejos y ni siquiera soy capaz de marcar su número de teléfono.
Cuando ocurre, me conecto a la pequeña pantalla en la que me dejo los ojos, me asomo al balcón para ver cómo cuentan su vida y selecciono un “me gusta” o les escribo un breve comentario que dice:         
“¿cuándo nos vemos?”.