06 febrero 2011

El primer beso

El lunes por la mañana, durante  mi trayecto en coche desde casa hacia las montañas donde ahora trabajo, ocurrió algo que alteró mi rutina entre radiofónica y de reflexión ante el día que me esperaba.
Justo después de la canción, en el programa matinal, el locutor  dijo: “...y nuestra pregunta de hoy es la siguiente: ¿os acordáis de vuestro primer beso?, ¿cómo fué? …Contadnos vuestra experiencia en nuestro muro de facebook y participaréis...”
Fueron esas palabras mágicas las que me catapultaron en unos segundos hacia un mundo que tenía olvidado, hacia los veranos de pantalón corto y camiseta de tirantes, el pelo sempre mojado, el día entero jugando en la piscina, dejándome llegar hasta las noches con un cielo de millones de estrellas y una atmósfera limpia y fresca. Un momento tan perdido, tan personal y pequeño, pero sin embargo, tan poderoso...
Un verano en la Cerdaña, como cada año y una tarde de cine de pueblo, una bolsa llena de chucherías de colores compradas en el bar de sillas incómodas con olor a viejo, una película de acción imposible de entender para una niña de once años, y el desafío de unir dos extremos de regaliz blandita de color rojo en un beso furtivo.
Justo al final de la película, como si lo tuvieses estudiado, como si hubieras esperado ese justo momento antes de que abrieran las luces para atreverte a pedirlo. Y durante todo el tiempo en que lo meditabas, tu mano sobre la mía, y yo una hora y media aguantando la respiración. Ni siquiera moverme, ni siquiera mirarte, ¿cómo aguantar tu mirada de color verde y tu cara de niño sin sonrojarme? Sí, ya sé que no te gustaba oirlo, pero así era, a pesar que tuvieras 3 años más que yo, a pesar que fueras de la gran ciudad y yo de un pueblo industrial que solo conocías de oidas, eras tan ingenuo como yo. Me dijiste mañana me marcho, se terminan mis vacaciones, no vayas a olvidarme, y a mí si me mezclaba una suerte de pena y alivio que convivivían en una verbena de música y color. Durante la película me hiciste repetir contigo el teléfono de tus padres, que nos queda un año para volvernos a ver, pero nunca lo llegué a marcar. Sin embargo, aún hoy después de más de veinte años, podría volverlo a decir sin equivocarme.

Hay vivencias que son increiblemente borrosas y otras que son tan vívidas que tienen olores y texturas de luz. Recuerdo aquel tímido beso, es verdad, pero lo que más me conmueve es sobre todo esa mano cálida, distinta a cualquier otra, cargada de la intensidad e inocencia de un niño.Hay instantes que deben ser únicos para ser mágicos.
Volviste al año siguiente como prometiste, y continuaste ofreciéndome tu mano escondida bajo aquella mesa hecha de medios troncos barnizados mientras jugábamos con nuestro grupo de amigos, o cuando nos íbamos por la noche con la pandilla a escuchar música en aquel coche abandonado que era nuestro sítio secreto o cuando nos aventurábamos con la luna entre grillos y  voces juveniles hasta el cementerio del pueblo de al lado. Una de aquellas noches sentenciaste, orgulloso: “nunca me olvidarás… a pesar de que pasen los años…”. Ya entonces yo era muy orgullosa y me reí de ti: ” ¡qué creido eres...!”
Debo reconocer con nostalgia que tenías razón. Y de verdad me alegro que sea así…
Acabo de llegar a mi destino. En diez minutos estaré trabajando. Espero que la vida te haya tratado bien…
¿qué hago hablando con nadie?...
Deben de haber sido las palabras mágicas…

6 comentarios:

Isabel Mateu dijo...

Como siempre... Un espejito mágico tu blog !!!

Anónimo dijo...

sabes...me has hecho pensar en mi primer beso...y por un momento, me he puesto a reir sin más- Gracies Cris!vane

Eclectic dijo...

Hola! tambien me has echo volver la vista atras...yo no tengo buen recuerdo de mi primer beso....del segundo si!

Anónimo dijo...

Qué historia tan bonita.. y qué bien contada!!! tus textos son pequeños tesoros...Noemi

Anónimo dijo...

Ei! As your Brother, Coneixia al Prota, però no la historia sencera. L'entorn sí ... I tant... Em perdo amb lo del cotxe abandonat. Això no era per la Creu o algo? No em sona gens.

Cris dijo...

Si, era un cotxe abandonat enmig el camp (crec que al costat de la creu, sí, al camí cap a Prullans), em sembla que un dos cavalls o tipus furgoneta. Era de color beig...Es veia des de la carretera...Allá escoltavem tot el grup Queen, the Smiths...
Però recorda que els escriptors sempre ho fem una mica més poètics tot...